lunes, 7 de abril de 2008

<< 2da Entrega >>

Tres meses antes de la elección las campañas arrancan con una intensidad nunca antes vista y el pueblo mexicano penetra una vez más en la dimensión cirquera de tres candidatos dispuestos a dejar hasta la piel en este nuevo capítulo de otra contienda electoral anunciada. El presidente interino Cuauhtémoc Cárdenas hizo lo que le correspondió constitucionalmente y aprovechó para enviar al congreso dos proyectos; el de la reforma del Estado y el de la reforma a la industria petrolera, según manifestó, son el resultado del trabajado que ha realizado durante la mayor parte de su vida. Los de la derecha, calificaron las reformas Cardenistas de ser demasiado progresistas (o sea avanzadas) para el México en el que vivimos; del otro lado, los izquierdosos desdeñaron las propuestas alegando que se trataba de una estrategia gubernamental para desviar la atención de las próximas elecciones presidenciales e incitaron a trabajar detrás de la izquierda, designar lo antes posible al candidato por el PRD y así derrotar a la derecha facciosa y mocha que pretende vender al país. El proyecto de ley del presidente interino fue rechazado por unanimidad al par de horas después de haber sido presentada en la cámara baja del congreso de la unión.

Siguiendo con los perredistas la nominación fue menos sorprendente que la última vez en que la selección mexicana de futbol no pudo ganarle a su similar de Estados Unidos. López Obrador se autoproclamó candidato por el PRD a la presidencia de la república a los once meses ya de su plantón comenzado al principio de la crisis. Lo hizo desde el castillo de Chapultepec en plena huelga de hambre y desde el mismo lugar de donde Juan Escutia se enrolló con la bandera mexicana antes de tirarse al vacío para defender hasta la muerte el honor de nuestra patria. Personajes como Fernández Noroña, el actual jefe capitalino Marcelo Ebrard, Pablo Gómez, Elenita Poniatowska, Carlos Monsiváis, Rosario Ibarra, Carlos Marín y los dos presidentes del partido Encinas y Ortega lo escoltaron en la toma de protesta de un Andrés Manuel desgastado, flaco (por la huelga de hambre) y con un tinte de pelo castaño oscuro, que le daba un aire involuntariamente juarista (según él). Se pronunció en contra de todos aquellos que lo único que quieren es verlo destruido y condenó al mega complot que, según él, aún conspira en su contra, con un discurso endurecido declamó: –que se vayan a la chingada en sus ataúdes de odio y desdén con la ofrenda que les regalamos nosotros [mentó la madre con el seño fruncido y sus seguidores estallaron en gritos y aplausos]; el pueblo mexicano que se encuentra lleno de rencor por la opresión que siempre ha sufrido proveniente de los intereses maquiavélicos de los adinerados empresarios inverosímiles ¡los mismos que me robaron la presidencia en el 2006 y se la regalaron al espurio pirurris Felipe Calderón! [Entre más aplausos, gritos, desmayos, alabanzas y el llanto desmedido de las ‘viejitas porras pro-AMLOístas’ levantó los dos brazos y de pronto comenzó a llover aplacando así, al menos por unas horas, la capa de esmog que sobre el bosque de Chapultepec seguramente provocaba la constante tos de la querida Elenita]-. Un evento sobre todo sobrenatural que apenas mereció ser caricaturizado en la sección de ‘las mangas del chaleco’ del noticiero televisa con Joaquín López Dóriga. La guerra estaba más que comenzada.

El priísmo encabezado por Beatriz Paredes decidió, no sin numerosas dificultades, abanderar como su candidato al mismísimo Fidel Herrera Beltrán ex-gobernador del estado de Veracruz porque-como-Veracruz-no-hay-dos-Veracruz-el-estado-que-late-más-fuerte-que-nunca. Dicha nominación fue el resultado de una serie de eventos que muy al estilo del partido tricolor, nadie pudo explicárselos. El fraude en el que se vio envuelto el todavía gobernador del estado de México Enrique Peña Nieto por asuntos de falsificación. Resultó que su licenciatura de abogado por la universidad Panamericana y su maestría en administración de empresas por el Tec de Monterrey son falsas; y no por falta de estudios, sino porque en su lugar, el ejecutivo del estado más poblado del país detentaba en realidad un diploma en artes escénicas emitido por Bellas Artes en la ciudad de México. He ahí la razón por la cual el sucesor de la administración del excelentísimo Arturo Montiel es tan encantador en su manera de hablar. Si bien sus ademanes elegantes y sus discursos bien pronunciados han conquistado gran parte de los corazones de las amas de casa mexiquenses, la formación de la cual presume en su perfil de Wikipedia y demás portales gubernamentales resultó ser falsa. Peor aún, habiendo indagado hasta en lo más profundo de su paso por Bellas Artes se descubrió que la calificación más alta que obtuvo fue en ‘Marionetas I, II y III’, clases en las que el noventa por ciento de sus participaciones fueron desempeñando el papel de la marioneta justamente. Por ahí se le ocurrió a un periodista la idea desafortunadísima de escribir un artículo que se intitulaba “El Regreso del -titiritero Salinas- a la política nacional” justo antes de ser demandado por difamación, calumnia, dolo, franqueza exagerada, intento de fraude, y de una calentadita a golpes fuera del portón de su departamento; sólo algunas señales que lo convencieron de huir de México desesperadamente. El segundo bombazo priísta que sorprendió a incrédulos y analistas fue el retiro inesperado de la popular pre-candidatura del góber precioso Marín. Después de su regreso a los reflectores de la política mexicana con una pre-candidatura que inspiró al priísmo nacional, sus doctores calificaron el padecimiento como ‘fatiga física extrema’ (al que algunos le agregaron la cirrosis y un par de herpes, chancro y cáncer de próstata) y tuvo que renunciar a tan prestigiosa oportunidad. En fin, en el partido las cosas son así y después del fallido intento de Labastida y Madrazo por reconquistar la profundidad del Revolucionario Institucional, al final, sin menos ni más el tricolor terminó impregnándose de la fidelidad por México. Fidel calificó su victoria como el resultado de toda una vida honesta, trabajadora, ilustre, humilde, pulcra y de deportista y mandó desde ya a construir la primera estatua de él con una mano en el corazón, la cual vigilará a los veracruzanos día y noche desde lo alto de la torre ánimas en la ciudad de Xalapa, Ver.

Ordenaditos y siempre bien vestiditos los panistas presentaron a sus precandidatos debatiendo en el canal de las estrellas y en azteca trece señal con valor. De derecha a izquierda, del más alto a la más baja, con la insignia del partido al pecho los tres precandidatos hicieron gala de su estilo refinado, su talante agrandado, su congruencia con los valores oficialistas y de sus excelentes modales; de nada más. Sin embargo, el origen de las tres figuras que se registraron para la contienda interna resultó reflejar la ruptura histórica del único partido que ganó elecciones presidenciales en lo que llevamos del nuevo siglo. Los tres precandidatos representan justamente las tres ideologías/corrientes que conforman a la agrupación política mejor portada del país. Me refiero primeramente al conservadurismo puro, dogmático y moralista (al que muchos llaman yunquismo) de la extrema derecha mexicana; personificada por Carlos Abascal, mejor conocido por su frase célebre “un pobre es un aborto de la vida” y menos conocido por su desempeño en la secretaría de gobernación en el último año del gabinete Foxista. Todavía de derecha a izquierda, osea en medio, se encontraba al que fue postulado gracias al respaldo abierto de Calderón, representante de los que todavía están convencidos plenamente de que la grandeza del neoliberalismo es la única opción para salvar al país, la derecha neoliberal mexicana sucesora de los tecnócratas de los noventa pues, el Sr. empresario Carlos Slim. La tercera candidata representa claramente la ideología de los que no tienen idea de por qué votan por el PAN, esos que tienen algo de dinero y que les da pena votar por el PRD porque lo consideran el partido de los pobres revoltosos. En esta tercera ideología de los que no tienen idea, incluyo también a los que piensan que Fox tenía buenas intenciones, a aquellos que pensaron que AMLO era igual a Chávez, a los que antes votaban por el PRI y que ahora son azules de corazón, a los que votan por el menos peor, a los que piensan que en México todo es chafa y que debemos seguir el ejemplo de los gringos, etc, etc, etc… Total que Marta Sahagún es la representante de este tercer sector del panismo y tercera precandidata oficial que muy risueña no perdió los estribos cuando Abascal la inculpó de –libertina, lujuriosa, insumisa e impulsiva- a lo que ella sonrojada sólo se dignó a contestar –uthted thabe que etho no eth thierto theñor Abathcal-. Los tres eslóganes que utilizaron en las desde ya costosas precampañas fueron: “Construyamos juntos, el reino de Dios en la tierra”, “Por un México Congruente” y “¡Vamos México, el cambio esta vez Sí es posible!”. El resultado de esta elección interna era más que previsible.

2 comentarios:

©astruita dijo...

Cuando aprendiste a usar el fotochop?

Me gusto más la primera parte... era más... congruente

Unknown dijo...

Leído todo, incluidos los comentarios de Luis Daniel, Chobis y Chacho (Ustedes siguen siendo "aquellos", vdd?), les lanzo dos preguntas: explíquenme la democracia sin los partidos? y, si no es a través de un Gobierno legal y legítimamente constituído, ¿cómo ordenamos las relaciones en la Sociedad? Tengo más dudas que certezas. Y de estas últimas, sólo una es firme: la anarquía no es la vía. p.S. Pueque les de la sorpresa y le entre a esto del blog, eh?