miércoles, 12 de marzo de 2008

¡Pobre!

Pobre de la izquierda mexicana. Pobre porque cuenta con una sola personalidad que no ha sabido ocupar el lugar que naturalmente le correspondía, el de líder de la oposición al gobierno de Calderón. En vez de eso Obrador se conforma con polemizar su postura cada vez más, utilizando la radicalización de su discurso como estrategia de campaña en tiempos en donde las campañas son lo que más quisiéramos olvidar. Pobre Obrador porque con cada insulto pierde un poco más de terreno frente a la derecha doctrinaria y siempre bien portada frente a los reflectores. Pobre de él porque no le cayó el veinte de que el enorme capital político que tuvo y los errores que inevitablemente agravarán al país dentro de la gestión de Felipe y sus secuaces le hubieran sido suficiente para ganar la presidencia del dos mil doce. Qué lástima que su batalla en contra del ejecutivo se reduzca al intento de destronar al secretario de gobernación que no hizo más que una constante imperativa, que siempre ha existido y que seguirá existiendo, en la relación entre PEMEX y el sector privado, en este caso IVANCAR. Con o sin Mouriño los contratos se hubieran firmado; él y muchos otros seguirán representando los intereses económicos de algunos allá en lo alto desde adentro de las instancias gubernamentales. Pobre de Iván que ve esfumarse su aspiración por competir contra el “Presidente Legítimo”. Pobre del Presidente de México que no es capaz de que su mano derecha no le responda como antes. Pobre del PRD que se desbarata desde su interior. Pobre de ella que sigue necesitando a Bejarano para llenar mítines, a Monreal para coordinar a sus senadores, a Camacho Solís para diseñar las políticas sociales y a otros expriístas para postularlos como candidatos del partido. Es una pena que hayan hecho a un lado a su fundador. Pobre la revolución democrática que aún no hemos vivido. Que pobre su manera de negociar en el congreso con los diputados del bolillo y el tricolor. Me da pesar que el partido social-demócrata de la Paty Mercado sea más una disputa política que un partido político. Pobre del PT que no merece la pena ni mencionarlo. ¡Pobres! Los círculos bolivarianos y los grupos de apoyo a las FARC que surgen de las mentes ociosas de algunos pseudo-izquierdistas de la facultad de ciencias políticas de la UNAM. Pobres los intelectuales mexicanos que ahora resultan ser de derecha y hasta liberales. Pobre de la izquierda mexicana que anclada en sus propios vicios y pleitos caciquescos no ha modernizado ni su estructura ni su discurso. Pobre de la izquierda mexicana que parece no entender que sólo haciendo política por la igualdad social dentro de una democracia liberal puede garantizar su supervivencia. Pobre de nosotros que seguiremos votando por ella.

2 comentarios:

Unknown dijo...

La democracia es un proceso, Carlos. Por desgracia, tengo que darle la razón a Vargas Llosa: pasamos de la dictadura perfecta a la democracia imperfecta. Y si, nuestra izquierda es un caos. Y como te sugerí en mi comentario, el que está ganando con todo ello es el PRI. Ojalá, poco a poco, se empiece a generar una mayor conciencia y participación política entre los jóvenes. Más ello depende de la educación, lo sabes. Ojalá te toque ver el cambio en nuestra Sociedad. Yo, aún no pierdo la esperanza

Raffaello dijo...

ya que me queda...Venga Peña Nieto! Eres mi gallo. Pero nunca Fidel...